Historia que cuenta la historia de Nathan, un chico del distrito 7 que sale elegido para los 56º juegos del hambre

viernes, 18 de diciembre de 2015

Capítulo 28

Observo como cae al suelo el cuerpo inmóvil de Silvia y dejo que me fallen los músculos cayendo de rodillas y abrazándola, suplicando que me perdone una y otra vez y deseando que el cañonazo tarde lo más posible en sonar, y de hecho no suena. Se desvanece sin más como si nunca hubiera estado allí, y de algún modo siento cierto alivio pero me invade un vacío enorme.

Esta claro que esa cosa no era Silvia, ya que si no habría sonado el cañonazo característico, aunque no lo sabré a con certeza hasta esta noche cuando muestren a los fallecidos.

Aun así el vacío no se va. Me siento solo y sin fuerzas para seguir, y si ahora me topara con algún tributo sería mi fin por lo que me quedo en la cueva y hago recuento de mis armas y provisiones. 

Tengo demasiadas armas y no hacen otra cosa que ralentizarme y agotarme, por lo que me deshago del arco, ya que ni se utilizarlo y lo parto en dos junto a las flechas con la ayuda de un hacha para que no le sea de utilidad a ningún tributo una vez me vaya de allí.

Descargo un poco la mochila tomándome una manzana y unas cuantas tiras de cecina y apoyo la cabeza contra la pared dejando que mi mente viaje al distrito 7.  Estoy cortando árboles con Kate como tantas veces hemos hecho, pero hay algo que no me cuadra. Kate tiene la voz de Silvia y de pronto le empiezan a salir garras y me mira con una sonrisa demasiado parecida a la que me mordió hace un rato. Me despierto sobresaltado, pero todo esta oscuro.

Salgo al exterior de la cueva y veo las estrellas, lo que quiere decir que he dormido todo el día a pesar de que me ha parecido un momento. Supongo que dentro de poco me aclararan si esa era Silvia o no, aunque me doy cuenta de que si ha muerto por otras causas aparecerá entre los tributos caídos y de esa forma no sabré si la he matado o no.

Al cabo de un rato suena la odiosa música del Capitolio y con ella la hora de la verdad. Salen dos tributos y uno de ellos me sorprende, aunque no de lo forma en que me temía. La primera en aparecer es Kate, como ya sabia, y acto seguido no es Silvia sino Bob el que aparece, lo cual me alegra doblemente, ya que ha muerto otro de los profesionales y Silvia aun sigue dando guerra por ahí.

No se quien habrá sido capaz de acabar con esa mole de músculos, ya que no quedan muchos con el potencial suficiente para hacerlo, pero dejo de pensarlo y me alegro de haberme quitado esa gran piedra del camino hacia casa, lo que me recuerda que tan solo quedamos 7, entre los que estamos Silvia y yo, los hermanos del 2, Brian, Caroline y Peter, el tributo sordo.

Me subo a un árbol, ya que a estas horas estaría indefenso si alguno me pillara por sorpresa y me dispongo a tomarme unas cuantas tiras de cecina y un poco de agua. Esta caliente pero supongo que me aliviara un poco la sed.

Al cabo de un buen rato me quedo dormido y sorprendentemente no sueño nada. Mi mente debe de estar demasiado cansada como para preocuparse de ello. 

Me despierto por la mañana con unos ruidos de pasos apresurados. Es Peter huyendo de algo que no alcanzo a ver. De pronto un cuchillo se clava en su espalda. Este se gira hacia atrás y una lanza le atraviesa el pecho ensartándole en un árbol. Aparecen Zak y Vivian y él recoge su lanza dejando caer a Peter al suelo para después clavársela en la cabeza y rematarle.

Un aerodeslizador viene a recogerle y yo permanezco inmóvil rezando para que no noten mi presencia, y tengo suerte ya que pasan de largo. No se como Peter ha aguantado hasta ahora en las condiciones en las que estaba, pero a veces el instinto de supervivencia es muy fuerte y esta claro que el lo tenía.

Me vienen a la cabeza todas las cosas que me han pasado estos días, y las veces que he estado a punto de morir. Me ha costado llegar hasta aquí sudor y sangre y no pienso rendirme ahora que estoy cada vez más cerca de ganar los juegos. Lo que más me duele es que Silvia tenga que morir para ello. No se lo merece y si pudiera hacer algo para salvarla conmigo lo haría, pero tengo la obligación de volver con Kate y mis padres, ya que no la puedo dejar sola con el bebé y mis padres no pueden perder otro hijo. 

Por eso espero no tener que verme en la situación de quedar los dos solos, ya que no creo que fuera capaz de matarla. Casi me da algo cuando maté a esa cosa que quería parecerse a ella, así que no me quiero ni imaginar como sería matarla de verdad.

Por el momento decido quedarme donde estoy, ya que tengo comida para varios días y agua para unos dos días si me la raciono bien, y además aquí estoy bastante resguardado de los tributos que puedan pasar. Con suerte se matarán entre ellos mientras yo estoy aquí.

Sin embargo mi idea no dura mucho, ya que al rato empieza a diluviar y un rayo parte en dos el árbol donde estoy catapultándome de bruces contra el suelo. Me hago bastante daño, pero no lo suficiente para quedarme parado sin hacer nada. Me levanto y me dispongo a buscar una salida del bosque lo mas rápido posible, ya que estoy en el mejor sitio para que me caiga un rayo y deje en el sitio.

Al cabo de un rato me encuentro con la pirámide de los profesionales, pero no entro, ya que prefiero que me caiga un rayo que enfrentarme a esas dos máquinas de matar. Y hago bien ya que al poco salgo del bosque y llego a la explanada de los baobabs de nuevo.

Me alejo de allí dejando atrás el bosque y los baobabs y me aventuro a una parte de la arena donde nunca he estado. 

jueves, 10 de diciembre de 2015

Capitulo 27


De pronto el baobab empieza a inclinarse.  Cierro los ojos esperando una muerte segura, pero sorprendentemente el campo de fuerza lo para en seco. Me agarro rápidamente al borde del baobab quedándome a pocos centímetros de morir electrocutado, pero Karen no reacciona y muere en cuanto su cuerpo entra en contacto con el campo de fuerza. 

No se que habrá causado el estado en el que se encontraba pero seguramente este relacionado con el muto, el cual esta subiendo por el baobab y me hace pensar una vez más que mi final está a punto de llegar, ya que por un lado tengo el campo de fuerza y por el otro lado a esa cosa a punto de alcanzarme. Miro hacia abajo y descubro que el baobab no se ha quedado muy lejos del suelo por lo que salto en un acto de desesperación, aunque la altura es lo bastante grande como para torcerme un tobillo.

Miro hacia arriba y veo como el muto sigue subiendo al creer que sigo arriba y salta hacia el campo de fuerza muriendo al instante al no tener conocimiento de su existencia.



Suena un cañonazo y un aerodeslizador se lleva a Karen.  El cielo sigue teñido de rojo y empiezo a subir con dificultad por el baobab para coger la mochila y las armas. Después vuelvo al bosque que ayer deje atrás y empiezo a andar olvidándome de cualquier intento de escalar con el tobillo mal otro de los baobabs. 

Snow no exageraba cuando dijo que este año los juegos serían mas duros al suicidarse el tributo del 12. Ya he perdido la cuenta de las veces que he estado al borde de la muerte desde que empezaron los juegos pero esta claro que este año la suerte esta de mi parte, y espero que siga siendo así. Creo que puedo ganar, pero se que todavía tendré que sortear multitud de peligros inesperados, por lo que retomo el estado de alerta que de alguna forma me ha permitido llegar hasta aquí. 

El bosque es más tenebroso con el cielo teñido de rojo y las sombras que proyectan los árboles en el suelo parecen cobrar vida y estar a punto de atraparme.

De pronto mi mente se va a un recuerdo pasado. Tenía 5 años y estaba sentado en medio del bosque llorando porque había perdido a mis padres. Estaba atardeciendo y estaba rodeado de árboles cuyas sombras daban la sensación de intentar atraparme por lo que empecé a correr Intentando huir de ellas, pero los árboles no desaparecían por lo que las sombras tampoco. Finalmente mi padre me encontró y volví a casa, pero a partir de ese día intento evitar ir al bosque de noche. 

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y puedo soportarlo perfectamente. No puedo dejar que una antigua fobia me haga perder los juegos. Sigo andando sin rumbo fijo en busca de algún sitio para refugiarme.

Oigo el sonido de pájaros rozando las hojas de los árboles al pasar. Es extraño porque ayer el bosque estaba inmóvil y sin vida, pero ahora poco a poco se está empezando a llenar de ruidos producidos por diversas criaturas. Veo todo tipo de pájaros volando entre los árboles, aunque ningún animal terrestre. Parecen inquietos, ya que no paran de pasar una y otra vez de forma alborotada. 

Supongo que será por el color del cielo y el ambiente tan tenebroso que se ha formado. Al instante empieza a diluviar, pero la lluvia no es del color al que estoy acostumbrado sino roja. Cada porción roja del cielo cae en forma de lluvia y le devuelve a este su color original.

Es un alivio volver a ver la luz del día. Me paro un segundo a disfrutar del aire fresco y retomo mi camino.

Estoy todo manchado de rojo, y en cierto modo eso me beneficia ya que los tributos que me puedan encontrar no sabrán lo que son heridas y lo que no.

En ese momento me doy cuenta de que entre la medicina del capitolio y el fruto del baobab las heridas se me han curado en gran parte, ya que no me duele nada mas que el tobillo y el pecho, debido al zarpazo del muto.

Al rato encuentro una cueva en medio del bosque y para mi sorpresa, Silvia esta dentro escondida con un cuchillo apuntándome, por lo que me aparto hacia un lado instintivamente lo mas rápido que puedo y veo un cuchillo salir de la cueva y clavarse en un árbol, entro y la empujo contra la pared inmovilizándola.

-¿Que haces Silvia?- le digo.

-Matarte como debería haber hecho desde el principio- me dice con desprecio.

El corazón me da un vuelco y me quedo inmovilizado. Acto seguido siento un gran dolor en el brazo y veo como Silvia me clava unos dientes demasiado afilados como para pertenecer a un ser humano, y empieza a convertirse en otra cosa. Sus manos y pies se convierten en garras y sus dientes se clavan aun mas en mi brazo.

Cojo la espada y se la clavo todo lo fuerte que puedo suplicando en mi interior que no suene el cañonazo.

martes, 8 de diciembre de 2015

Serie de Los Juegos del Hambre

¡Acabo de ver una noticia que dice que posiblemente hagan una serie a modo de precuela de los juegos del hambre! No se a vosotros pero a mi me encantaría y he puesto un comentario diciendo lo que me gustaría a mi que tratase:

Ojala sea verdad :D lo ideal seria hacer varios web-episodios de 20 min donde en cada uno se conocería a un personaje de una época determinada después de la rebelión que causo la creación de los juegos y luego dividir los juegos del hambre a los que va dicho personaje en dos episodios de 45 min para cada uno. Así la historia de cada uno se contaría en total en 110 min y además al final de cada parte nos dejarían una intriga enorme por saber que pasa en la segunda parte de dichos juegos. todos esos personajes podrian pertenecer a diferentes épocas y juegos o bien a los mismos juegos del hambre así no sabríamos quien ganaría aunque para mi personalmente me parece mas interesante ver diferentes juegos en épocas distintas como los de Haymitch.

Os dejo el enlace a la pagina:
http://www.elmulticine.com/noticias2.php?orden=468136